Octavio Vélez  | Lun, 08/07/2017 |

Ante el incremento de la violencia en su tránsito por Chiapas y Oaxaca, el número de albergados en el Centro de Orientación del Migrante de Oaxaca (Comi) creció en un 62.5 por ciento en el primer semestre de este año en comparación al registrado en el 2016, informó el coordinador de ese organismo, el presbítero Fernando Cruz Montes.

El también vicario episcopal urbano de la Arquidiócesis de Antequera-Oaxaca expuso que entre enero y julio pasados, arribaron al Comi alrededor de 800 migrantes, principalmente de Centroamérica, después de ser víctimas de violaciones a los derechos humanos, así como agresiones físicas y psicológicas de corporaciones policiales y la delincuencia, sufridas durante su trayecto.

“Hemos tenido entre 40 y 50 migrantes diarios en el albergue”, señaló.

Explicó que en el primer semestre del año pasado, el Comi recibió aproximadamente 500 migrantes porque las condiciones de seguridad eran distintas en su paso por Oaxaca y Chiapas.

“Indudablemente, se ha multiplicado el número porque ha crecido la violencia”, asentó.

Detalló que los migrantes tenían antes una estancia promedio de tres a cuatro días en el Comi a fin de reponerse del cansancio físico y lesiones, para después seguir su trayectoria a los Estados Unidos.

Sin embargo –ahora–, se quedan alrededor de 28 días porque la mayoría gestiona una visa humanitaria, ante el Instituto Nacional de Migración (INM), para dar seguimiento a su denuncia penal presentada ante un Ministerio Público federal o local.

Subrayó que al menos la mitad de los 800 migrantes han recibido la visa humanitaria válida por un año, después de comprobar haber sido víctima de violencia, con una copia o constancia de la denuncia.

Destacó que las amenazas del presidente Donald Trump no han disminuido el número de migrantes centroamericanos en trayecto a los Estados Unidos, porque su sueño es llegar a ganar dólares, a pesar del riesgo de perder la vida.

No obstante, observó que algunos migrantes, después de obtener la visa humanitaria, han preferido quedarse en Oaxaca o trasladarse a la Ciudad de México, Monterrey o Guadalajara, y ya no seguir a los Estados Unidos.

Cruz Montes dijo que el albergue del Comi, por no recibir ningún financiamiento gubernamental, ofrece la alimentación con las aportaciones de los comerciantes del Mercado de Abasto Margarita Maza.

“Gracias a Dios los locatarios nos ayudan; cada martes, paso con los migrantes, y nos regalan carne de res o de pollo, frutas, verduras y demás”, apuntó.