24 Agosto, 2017 |  Érika Nieto | http://municipiospuebla.mx

Las diversas religiones que existen en territorio norteamericano están ocupando una posición muy importante en la protección de los migrantes, tanto que, ante el jaloneo legal que viven actualmente las “ciudades santuario”, sobre todo las del estado de Texas, y ante el número de casos de migrantes que buscan refugio en iglesias para evitar ser deportados, ahora el llamado de algunas organizaciones protectoras de migrantes es que los edificios religiosos se conviertan en santuarios para todos aquellos indocumentados que estén en riesgo de ser separados de sus familias por la autoridad migratoria.

Incluso algunos medios de comunicación norteamericanos ya destacan que son casi 800 las iglesias alrededor de ese país, además de algunas organizaciones religiosas, que están participando como protectoras de indocumentados al prestar albergue a quienes así lo necesitan. Incluyendo también las asesorías legales para su defensa ante una corte en caso de estar a punto de ser deportado y como un enlace con contratistas de mano de obra.

Su importancia radica, además, en que representan una barrera que la autoridad migratoria se ve, todavía, imposibilitada a traspasar para ejecutar redadas o hacer valida una orden de deportación.

Ya desde hace algunas décadas, diferentes iglesias católicas, protestantes o cristianas asentadas cerca de comunidades donde hay mayor número de migrantes, como por ejemplo en Queens o el Bronx de Nueva York o el este de Los Ángeles en California, La Villita en Chicago, entre muchos otros, ayudan con despensas, ropa, zapatos y diversos apoyos a indocumentados que recién llegan a ese territorio o a mujeres embarazadas sin documentos para que se alimenten lo más correctamente posible mientras se estabiliza su situación laboral.

Así que, parece que la participación voluntaria de las diversas iglesias y comunidades religiosas en Estados Unidos irá más allá de poner a disposición de los migrantes y sus familias, misas o reuniones en idioma español, sino que, serán activistas de la defensa pro-migrante ante el preocupante aumento de los hechos racistas en diferentes puntos del territorio norteamericano y los cambios en las políticas de deportación por parte de los agentes migratorios.

El mejor ejemplo de la protección de las iglesias a los indocumentados se reflejó hace unos meses cuando la mexicana Jannette Vizguerra se refugió junto con sus hijos en una iglesia para evitar ser deportada y su caso fue destacado ampliamente por la Revista Time al nombrarla entre las 100 personas más influyentes en el mundo.

De la misma manera muchos indocumentados piden el apoyo de la religión para no ser separados de sus familias y regresados a su país de origen. Además del apoyo moral que prestan permanentemente estas mismas instituciones ante lo difícil que siempre resulta ser indocumentado.

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