Agosto 1, 2017 |  Redacción unomásuno | unomásunomx@gmail.com | D.R. unomásuno, UTV 2017

Uno de los mayores problemas que enfrentan los migrantes repatriados de Estados Unidos a la frontera norte, es que muchos llegan sin documentos para identificarse y realizar trámites. En este contexto, el paisano Inés Camacho, procedente de Durango y repatriado por la aduana local, comentó que los elementos de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos, al momento de detenerlos, les pidieron sus documentos y ya no se los regresaron. “Si la policía me pide que me identifique no puedo.

No puedo sacar dinero si me mandan mis familiares”, comentó en breve entrevista realizada en el parque Benito Juárez de esta frontera de Sonora. Añadió: “a ver cómo le hago”, aunque reconoció que mantiene comunicación con sus parientes que dejó en su lugar de origen y también con los que los esperan en Estados Unidos. Por otro lado, el investigador de El Colegio de Sonora, Ramiro Antonio López, reseñó que cuando los migrantes son detenidos al tratar de cruzar hacia Estados Unidos de forma indocumentada, les son retenidas sus posesiones. “Incluido su dinero, el cual se les regresa en cheque o en una tarjeta de débito de un banco estadunidense.

Cambiar esos cheques representa una gran dificultad, pues el migrante no tiene manera de ir al banco estadunidense para hacerlo”, dijo. Un segundo problema es que ante la falta de identificación, no podrán obtener su dinero por ellos mismos en ningún lugar, destacó. Las consecuencias que genera esta imposibilidad para obtener efectivo exponen a los migrantes a situaciones vulnerables, sin recursos para comunicarse con sus familiares y sin poder comprar alimentos.

“Sin poder pagar servicios médicos de urgencia de ser necesario o sin poder pagar un lugar para hospedarse o el transporte para volver a sus hogares. Esto, entre una serie de limitaciones que la falta de efectivo impide resolver”, observó. Mencionó que por fortuna en las ciudades fronterizas de Sonora existen casas de asistencia, gratuitas, donde los migrantes pueden obtener ayuda para resolver algunos de estos problemas. Entre dichos albergues se encuentra la Casa del Migrante La Divina Providencia, en San Luis Río Colorado, y el Albergue Juan Bosco, en Nogales.