Aunque para el migrante mexicano en Estados Unidos no sea prioritario el voto, el consejero presidente del INE, Lorenzo Córdova, recalcó que su papel es hacer cumplir su derecho.

“Los migrantes no rompen con sus países de origen. Salen a buscar lo que su estado o su país desafortunadamente no pueden ofrecerles. De ahí la importancia de que las instituciones de garantía contribuyamos de manera permanente y no sólo durante los procesos electorales, a la creación de condiciones para que nuestros migrantes puedan ejercer sus derechos sin importar el lugar en el que residen”, dijo Córdova durante la clausura del foro La Diáspora Mexicana y el Voto de los Mexicanos Residentes en Estados Unidos.

Durante las pasadas elecciones presidenciales de México, solo el 1 por ciento de mexicanos radicados en Estados Unidos emitió su voto. Es decir que, en el 2012, solo 40 mil connacionales votaron.

La cifra resulta menor si se toma en cuenta que en Estados Unidos viven alrededor de 33.6 millones de personas de origen mexicano, incluidos 11.6 millones que nacieron en México, según información de la Oficina del Censo estadounidense.

Este abstencionismo, según expertos, se debe a que los migrantes tienen poco conocimiento del tema, temen ser deportados o simplemente no está entre sus prioridades elegir a sus representantes.

“No es su prioridad, no se fueron para votar, se fueron buscando una mejor calidad de vida; para 2018 no será muy difícil, sólo recibirán un sobre en su casa y tacharán una papeleta, no es algo imposible de hacer”, recalcó Enrique Andrade, presidente de la Comisión Temporal del Voto de los Mexicanos Residentes en el Extranjero del INE.

Al igual que en México, donde el abstencionismo es el gran ganador de los comicios, en Estados Unidos los migrantes han tenido poca participación.

Apenas en 1996 hubo cambios en la Constitución para que el mexicano pudiera votar sin importar la residencia; para el proceso electoral del 2005-2006 se promovió el voto extra territorial, pero solamente 32 mil 600 migrantes votaron, muchos de ellos no lo hicieron por no tener credencial vigente (solamente eran emitidas en México) y por miedo a ser detectados por migración al momento que les llegaran a sus domicilios los paquetes electorales.

Tanto en la federación como en las entidades, el voto migrante no ha dejado buenos resultados, durante las elecciones de este año en el Estado de México, solamente 297 mexiquenses emitieron su voto; en Zacatecas durante el 2016 votaron 80 residentes en el extranjero; y en la Ciudad de México, 7 mil 915 eligieron a su jefe de gobierno en 2012.

No al voto por internet; sí a la credencialización

Durante los comicios de 2012, el Instituto Electoral del Distrito Federal abrió una nueva manera de votar para los migrantes, el voto por internet. Durante esos comicios se registraron 2 mil 639 votos por internet, es decir, el 33.3 por ciento de los sufragios, lo que aumentó la participación.

“Lo más adecuado en términos de certeza y legalidad era mantener, por ahora, el mecanismo del voto postal en esta modalidad”, agregó Córdova.

La credencial del INE sí ha sido bien recibida por los migrantes como identificación, pero no como herramienta para votar.

Hasta el último día de julio se tenían registrados 417 mil trámites, 155 mil credenciales que ya se pueden utilizar y un crecimiento de alrededor de 25 mil trámites al mes, por lo que se espera que para el 31 de marzo, cuando cierre el padrón, cerca de un millón de residentes en el extranjero estén registrados y puedan votar en los comicios de 2018.

“Creo que el efecto Trump nos está ayudando a que crezca el trámite de credenciales, se está dando cuenta el ciudadano mexicano que sirve en Estados Unidos también, pero que además puede ser necesaria en caso de un retorno a México, de cómo los están amenazando y dicen; bueno, vamos a tener el documento necesario en caso de llegar a México, que es la credencial del INE”, dijo el consejero electoral, Enrique Andrade.