DESDE: CDMX, MÉXICO | SEPTIEMBRE 27, 2017  | FUENTE: NOTICIEROS TELEVISA

A partir del 18 de octubre, el Departamento de Seguridad Nacional de los Estados Unidos (DHS, por sus siglas en inglés) empezará a recabar información extraída de las redes sociales de todos los migrantes que residan en territorio estadounidense, no obstante si se trata de un inmigrante indocumentado, un residente permanente o un ciudadano naturalizado.

Según reporta Buzzfeed News, la nueva regla fue publicada la semana pasada en el Registro Federal. Dicha regla permite incluir en el expediente de todo migrante su “nombre de usuario en social media, alias, información relacionada identificable y resultados de búsqueda.”

Defensores de derechos humanos ven esta medida como una invasión contra la privacidad de los usuarios y un ataque contra la libertad de expresión. Adam Schwartz, abogado de la Electronic Frontier Foundation, deduce que esto obedece a una línea de pensamiento dentro del DHS que busca acceso a las redes sociales de extranjeros en los EE.UU, empleando vigilancia de alta tecnología.

La nueva regla también afecta a ciudadanos nacidos en EE.UU. que tengan contacto directo con migrantes.

¿Por qué está tan obsesionado el gobierno de EE.UU. con lo que hace la gente en redes sociales? Servicios de inteligencia han querido demostrar que páginas como Facebook y Twitter son empleadas para radicalizar musulmanes, reclutar yihadistas y planear ataques contra la ciudadanía.

¿Pero realmente tendría algún resultado positivo husmear en las redes sociales de todas las personas que entran a Estados Unidos? Faiza Patel, codirector del programa de libertad y seguridad nacional del Brennan Center, se muestra escéptico:

Es muy difícil utilizar con éxito las redes sociales para determinar lo que la gente va o no va a hacer. Cuando ves todas las distintas formas en que utilizamos las herramientas de comunicación, con las redes sociales es muy diferente, muy truncado. La gente usa emojis, usa abreviaciones, a veces es difícil saber lo que significa algo.
Otro temor es que, bajo la excusa de prevención de actos terroristas, el gobierno se enfoque más bien en armar un perfil de las opiniones políticas y religiosas de cada blanco. Aunque las redes sociales revelan poco sobre las acciones futuras de un usuario, sí nos pueden decir mucho sobre su ideología. Sin embargo, cualquier acción del Estado contra una persona basado exclusivamente en sus opiniones sería tomado como una injuria a sus derechos de libre expresión.

Así como otras medidas adoptadas por la administración de Donald Trump que han sido juzgadas por las cortes como anticonstitucionales, ya veremos si esta norma es desafiada con la misma energía por organizaciones que defienden los derechos civiles antes de que empiece a ser aplicada.