José Luis Rico  | Martes 10 de octubre de 2017 |

Tulancingo, Hidalgo.- Hidalgo pasó del lugar 254 al siete como polo de atracción de migrantes, pues han llegado del Estado de México y otras entidades más de 52 mil personas, de acuerdo con el Consejo Estatal de Población (Coespo).

El 69 por ciento del total de emigrantes de la Ciudad de México se dirigieron al Estado de México; en orden siguieron Querétaro, Hidalgo, Morelos y Jalisco, con 80.2 por ciento en conjunto.

La movilidad de las personas por trabajo y por estudio es una constante cada vez más común en las sociedades urbanas, y más aún en las zonas metropolitanas de nuestra época.

Las personas que trabajan en un municipio distinto al que residen son conocidas técnicamente como commuters; este fenómeno ha originado cierta desvinculación entre el lugar de residencia y el lugar donde se realizan estas actividades.

Un total de 8.2 millones de personas trabajan en un municipio diferente a donde viven, cifra que es de 3.1 millones de estudiantes.

“La migración interna es un fenómeno relevante que ocurre en las entidades federativas y en una buena cantidad de municipios del país, que funcionan como polos de atracción o áreas de expulsión de población que busca cambiar o mejorar sus condiciones de vida”.

Se informa en un comunicado que la Tasa Neta de Migración (tnm) ofrece un conteo del saldo migratorio que una unidad geográfica presenta por cada mil habitantes, con la gran ventaja de su comparabilidad espacial, sin importar la cantidad de habitantes o de migrantes que tengan (y su diferencia).

En 1990, la mitad de las entidades mostraron una tnm positiva e igual número la tuvieron negativa. Para 2000, 2010 y 2015, un total de 19 entidades presentaron una tnm positiva y 13 obtuvieron una negativa.

Los cambios más grandes en sentido ascendente correspondieron a Hidalgo, que pasó del lugar 25 al 7; Yucatán, del 23 al 12; Nayarit, 18 al 9, y Nuevo León, 12 al 6. En 1985-1990 se registró la mayor cantidad de emigrantes que salieron de la Ciudad de México: un millón 35 mil, cifra que se redujo a 545 mil en 2010-2015.

En ambos quinquenios representó la mayor magnitud en el ámbito nacional y en los cuatro periodos fue la cifra más alta. En cuanto a las entidades cercanas a la Zona Metropolitana del Valle de México, Hidalgo (55 mil 372 a 49 mil 308 personas), Morelos (33 mil 148 a 24 mil 683) y Tlaxcala (12 mil a 10 mil 263) disminuyeron su saldo neto migratorio (snm) positivo, del periodo 2005-2010 al lapso 2010-2015.

Las tnm positivas se localizan desde el Centro-Occidente: Colima (5.5), Jalisco (0.2) y Nayarit (3.0) en el océano Pacífico; hacia el Bajío: Aguascalientes (3.3) y Guanajuato (0.7), y el centro del país: Querétaro (8.6), Hidalgo (3.5), Estado de México (1.2), Morelos (2.6) y Tlaxcala (1.6).

De las principales corrientes migratorias, existen 23 flujos migratorios de más de 20 mil personas en el periodo de 2010 al 2015. Algunos incluso son bidireccionales, y la mayoría se concentra en la zona centro del país. Se observa que tres de los flujos superan los 50 mil, estos son: Ciudad de México hacia el Estado de México con 302 mil; Estado de México hacia la Ciudad de México con 158 mil, ambos relacionados con la dinámica propia de la Zona Metropolitana del Valle de México. Además, el Estado de México con destino a Hidalgo con 52 mil. El Estado de México, Nuevo León, Hidalgo, Ciudad de México, Quintana Roo, Querétaro y Puebla son destinos de al menos dos de estos flujos. En tanto los orígenes de los migrantes están en la Ciudad de México, Estado de México, Tamaulipas y Veracruz.

En lo referente a la migración, según lugar de nacimiento, el volumen de migrantes mostró un aumento importante de 14.0 millones en 1990 a 17.2 millones en 2000, para después disminuir la inercia en 2010 con 19.7 millones y estancarse en 19.8 millones en 2015. Sin embargo, en términos relativos la proporción se ha mantenido estable en todo el periodo. Entre 1990 y 2015 la mayoría de las entidades redujeron su proporción de inmigrantes en relación con su población total (19); las tres mayores reducciones corresponden al Estado de México (-6.2, de 39.6 a 33.4%), Ciudad de México (-6.0, de 24.2 a 18.1%) y Baja California (-5.0, de 45.0 a 40.0%). En contraste, los tres mayores incrementos fueron de Baja California Sur (7.9, de 30.5 a 38.3%), Querétaro (7.6, de 17.0 a 24.7%) e Hidalgo (6.2, de 9.8 a 16.0).

En cuanto al porcentaje que representan los inmigrantes respecto a la población total de cada entidad, más de la mitad de los habitantes de Quintana Roo en 2015 no nacieron en el estado (52.6%), cifra que ha bajado un poco desde 1990 que representó 55.5; otras nueve entidades, donde al menos una de cada cinco personas nacieron en otro estado en 2015: Baja California (40.0), Baja California Sur (38.3) completaron los tres primeros lugares, seguidas de Estado de México, Colima, Morelos, Querétaro, Campeche, Tamaulipas y Nuevo León; el dato para el estado de Hidalgo fue del 16% de la población residente es inmigrante para el 2015, debido a que nacieron en otra entidad federativa.

Los lugares de origen de los migrantes que llegaron al Estado de México, la entidad con mayor volumen de inmigrantes en el país, 5.4 millones; y también se señalan los destinos de los que salieron de la Ciudad de México, la entidad con mayor número de emigrantes, 4.9 millones.

El 62 por ciento del total de inmigrantes en el Estado de México procedieron de la Ciudad de México; le siguieron, aunque muy de lejos, Puebla, Oaxaca, Veracruz e Hidalgo, que reúnen 82.7 por ciento del conjunto.

La cantidad de commuters creció entre 2000 y 2010 de 3.1 a 3.3 millones, y a 3.6 millones en 2015, esta última magnitud constituyó 37.8 por ciento del total nacional, esto es, poco más de uno de cada tres commuters se encuentra en la Zona Metropolitana del Valle de México.

La cantidad de commuters que se mueven dentro de la propia Ciudad de México (1.5 millones) es superior de la que llega del Estado de México a trabajar en la ciudad (1.2 millones), y aún más que la de los commuters que viven y trabajan en el propio estado (637 mil). En términos porcentuales, se mueven más los commuters que viven y trabajan en la ciudad que los que viven y trabajan en el estado, 39.7 versus 20.0 por ciento, respectivamente.

Los otros flujos de commuters son considerablemente menores: los que viven en la Ciudad de México y trabajan en el Estado de México son 154 mil; los que viven en el Estado de México y trabajan en Hidalgo, 12 mil; viven en Hidalgo y trabajan en el Estado de México menos de 7 mil; viven en Hidalgo y trabajan en la Ciudad de México poco más de 8 mil, y, finalmente, viven en la Ciudad de México y trabajan en Hidalgo 430 personas.