CIUDAD DE MÉXICO (proceso.com.mx).- En su tradicional mensaje de Año Nuevo, el Papa Francisco afirmó que los migrantes y refugiados son los “más débiles y los más necesitados” del mundo.

Ante cerca de 40 mil personas en la Plaza de San Pedro, el Pontífice eligió la dura situación de migrantes y refugiados como el tema para la Jornada Mundial de la Paz de la Iglesia Católica Romana, que se realiza cada 1 de enero.

“Por esa paz, a la cual todos tienen derecho, muchos de ellos están dispuestos a arriesgar sus vidas en un viaje que a menudo es largo y peligroso, dispuestos a enfrentar estrechez y sufrimiento”, dijo el Papa. “No apaguemos la esperanza en sus corazones, ¡no ahoguemos sus esperanzas de paz!”.

En todo el mundo, el desplazamiento masivo de personas ha escalado a los primeros lugares de la agenda política, y Francisco ha hecho de la defensa de quienes migran uno de los temas centrales de su papado.

Durante un viaje a Myanmar y Bangladesh en 2017, se reunió con musulmanes y refugiados y pidió medidas para resolver los problemas políticos que llevaron a muchos de ellos a huir.

El Papa también ha criticado la intención del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de levantar un muro en la frontera entre su país y México para mantener fuera a los migrantes ilegales.

En una homilía más temprano este primer día del año, el Papa dijo que todos deberían cuidar su alma haciendo un momento de silencio cada día “para evitar que nuestra libertad sea corroída por la banalidad del consumismo, el bullicio de la publicidad, el torrente de las palabras vacuas y las abrumadoras oleadas de parloteo vacío y de fuertes gritos”.

En un mensaje divulgado en noviembre previo a la Jornada Mundial de la Paz, Francisco dijo que los políticos que avivaban el miedo a los migrantes estaban sembrando violencia y racismo. Reconoció que la presencia de inmigrantes puede acrecentar los problemas existentes en un país, pero apeló a formas prácticas de recibir a los recién llegados.

Hoy, el Papa dijo que “es importante que todos hagan concesiones, desde las instituciones civiles, y aquellos en las organizaciones de educación, bienestar y religiosas, para asegurar un futuro pacífico para refugiados, migrantes, todos”.