19 Enero, 2018
Érika Nieto

Entre la espada y la pared recibieron miles de migrantes sin ciudadanía el primer año del multimillonario Donald Trump a cargo de la Casa Blanca, y es que el jaloneo que tienen actualmente en el Congreso para que no sea suspendido definitivamente el Programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA por sus siglas en inglés) afectando a más de 700 mil jóvenes que estudian, trabajan, pero sobre todo pagan impuestos.

Pero además llega este primer año de gobierno con la necedad de la construcción de un nuevo muro que entre sus principales virtudes es el gran presupuesto de 33 mil millones de dólares, que ya incluye la contratación de 10 mil nuevos agentes migratorios, y que son requeridos para estos proyectos. Que además representa a la condición más fuerte para negociar con el Partido Demócrata una serie de aprobaciones durante su mandato.

Las deportaciones de migrantes que no tienen perfiles delincuenciales, que son productivos, que pagan sus impuestos a través del ITIN aunque no tengan documentos y que tienen hijos en edad escolar es ya una constante. Migrantes con más de 20 o 30 años de vivir en territorio norteamericano son separados de sus familias sin oportunidad de avisar de su detención y sin la oportunidad de que algún abogado los defienda.

De ahí que la amenaza al presupuesto de a las conocidas como “ciudades y estados santuario” como California sea también una constante por parte de la administración Trump para evitar que sigan protegiendo a los indocumentados, como una de sus fuerzas laborales más importantes.

Al igual que durante su campaña, durante estos primeros doce meses de dirigir al país más poderoso del mundo, México no se libró de que continúen los insultos en contra de sus ciudadanos, tan solo hace unos días nuestro país fue calificado por Trump como el más peligroso del mundo, pero además sus ciudadanos siguen recibiendo calificativos de delincuentes y de ser los culpables del envío de drogas a ese país.

Empresarios amenazados si contratan a indocumentados

Otra de las decisiones que ya representan una fuerte afectación para nuestros paisanos indocumentados son los fuertes operativos que el gobierno federal a través de las oficinas de migración realizan en supermercados, desde los más pequeños hasta los más grandes para evitar que contraten indocumentados.

De ahí que el último operativo que se realizó en diferentes comercios tuvo como resultado el arresto de decenas de migrantes, además de la amenaza permanente de que todo comercio que contrate indocumentados será llamado a rendir cuentas con el riesgo de ser cerrado permanentemente.

Los operativos antiinmigrantes continuarán y se extenderán a empresas más grandes, aunque es posible que no lleguen tan alto pues es sabido que, incluso, integrantes del Partido Republicano que son grandes empresarios recurren a la contratación de mano de obra indocumentada porque es mano de obra barata por la cual no tienen que pagar prestaciones como el seguro social, principalmente en estados fronterizos.