Los arrestos de personas sospechosas de residir sin autorización en Estados Unidos han aumentado en un 24% en una región que abarca cuatro estados desde que asumió el presidente Donald Trump, reflejo de una tendencia nacional.

Las cifras difundidas la semana pasada por la agencia de inmigración y aduanas ICE revelan aumentos en los arrestos y deportaciones por la oficina de Salt Lake City, que abarca los estados de Idaho, Montana, Nevada y Utah, informó el diario The Salt Lake Tribune.

Los arrestados durante el año fiscal 2018 sumaron 5.754, comparado con 4.638 en 2016, según el informe oficial. Deportaron a 3.408 personas, casi el doble de las 1.731 en 2016 antes de que asumiera Trump.

La agencia dijo en el informe que “en congruencia con los decretos del presidente Trump emitidos a principios de 2017 (…), se han utilizado los recursos con toda la eficacia y eficiencia posibles para aplicar las leyes de inmigración de la nación”.

ICE arrestó a 158.851 en todo el país este año, un aumento de 44% con respecto a los 110.104 arrestos de 2016. La agencia deportó a 256.085 inmigrantes, 6,5% más que en 2016. El 10% de esa cifra nacional no tenía antecedentes criminales, en tanto el 66% había recibido condenas criminales, el 21% tenía acusaciones pendientes y el 3% tenía orden previa de deportación.