Enero 22 | Por: Rafael Victorio

El Instituto Nacional de Migración (INM) ha registrado a cuatro mil 511 centroamericanos, un brasileño y cuatro haitianos que solicitaron el otorgamiento de la Tarjeta de Visitante por Razones Humanitarias, en las caravanas que llegaron a la frontera sur en los últimos días.

Precisó que de ese gran total, 915 son niñas, niños y adolescentes; aunque por el puente internacional “Rodolfo Robles” siguen llegando más extranjeros a realizar el proceso y de quienes cruzaron ilegalmente, varios grupos han decidido entregarse a las autoridades para ser beneficiados.

En los reportes dados a conocer por el INAMI precisa que de los centroamericanos, 405 son de El Salvador, 270 de Guatemala, 72 de Nicaragua y tres mil 257 de Honduras, país que fue el organizador principal de las caravanas mediante las redes sociales.

Se estableció que en las próximas horas, podría iniciarse la entrega masiva de las tarjetas a los primeros grupos que se registraron a su ingreso a territorio mexicano en forma ordenada.

A la vez que un grupo de personas que ingresaron en forma irregular a México, tras recibir información por parte de las autoridades, del Grupo de Protección a Migrantes Beta Sur y del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, decidieron regresar a Ciudad Hidalgo para realizar el trámite para obtener la denominada Visa Humanitaria.

En un autobús partieron del parque central Miguel Hidalgo de Tapachula hacia el puerto fronterizo de Ciudad Hidalgo, en donde se efectúa el procedimiento legal.

Estos se quedaron de un grupo numeroso calculado en unos tres mil 500 que en caminata pretendían ir hacia los Estados Unidos, pero el cansancio y la información les hizo retornar para entregarse y poder ser beneficiados.

En el parque central de Tapachula permanecen pequeños grupos que han informado que seguirán esperando a otros centroamericanos para poder continuar hacia el norte de México.

Trasladados a Oaxaca

Para evitar riesgos en el camino, unos dos mil migrantes centroamericanos que ingresaron en forma irregular a territorio mexicano el pasado viernes por la madrugada, fueron trasladados al estado de Oaxaca en autobuses, aunque unos mil 500 siguen en su intento de llegar solos.

Se estableció que grupos que ingresaron en las caravanas de octubre del año pasado se sumaron a estos, en virtud a que la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) no les ha dado respuesta a la solicitud de asilo presentado.

Elementos del Instituto Nacional de Migración, se presentaron en autobuses al parque central de Huixtla en donde pernoctaban y les ofrecieron el traslado seguro hasta la población de Chahuites, en el vecino estado de Oaxaca, en donde podrían iniciar los trámites para obtener la Tarjeta de Visitante por Razones Humanitarias.

Sobre ese procedimiento, las autoridades no han dado un informe oficial, aunque se estableció que la determinación fue para que no arriesguen su seguridad y la vida en la caminata, además de ordenar su estancia en el país.

Sin embargo, unos mil 500 centroamericanos se quedaron en Huixtla y han continuado viajando por la denominada ruta del Migrante, algunos llegaron a Mapastepec, ya que su finalidad es ir hasta los Estados Unidos.

A estos se han sumado grupos de centroamericanos que ingresaron en el mes de octubre del año pasado y solicitaron asilo ante la Comar, pero al no darles una respuesta decidieron continuar el camino hacia el norte del país.

“Las autoridades nos engañaron cuando nos ofrecieron acogernos al proceso de asilo y ya llevamos tres meses sin respuestas”, sostuvieron algunos que muestran los documentos que les entregaron cuando fueron registrados en octubre pasado, al haberse entregado al llegar a la garita de Ciudad Hidalgo, en donde actualmente están recibiendo miles de solicitudes de centroamericanos.

De acuerdo con los reportes, la Comar recibió el mes de octubre del año pasado más de dos mil 600 solicitudes de asilo de migrantes que llegaron en caravana, pero de ellos ni el 10 por ciento ha recibido respuesta y ha tenido que permanecer en la frontera sur, en donde no han encontrado oportunidades de empleo y no pueden tampoco ir a otros estados o regiones del país.

Por ello, muchos aprovecharon la oportunidad con la llegada de las nuevas caravanas y sumarse a ellas para lograr el “sueño americano”.