16/01/2019  Redacción

HONDURAS.

Luego de que se formara una nueva caravana migrante con más de 500 personas hondureñas, las autoridades de Guatemala incrementaron la vigilancia en las fronteras logrando el arresto y deportación de 62 personas.

La Policía Nacional Civil de Guatemala informó que en el departamento oriental de Chiquimula fueron arrestados los migrantes procedentes de Honduras y que habían ingresado «sin el permiso respectivo» a territorio guatemalteco, por lo que fueron regresados a la frontera.

Mediante un comunicado de prensa, la policía aseguró que esta medida fue en respuesta al «Dispositivo de seguridad de desplazamiento y retorno de migrantes centroamericanos en territorio guatemalteco», un plan en el que participan diversas entidades como Protección Civil, Cancillería y los Ministerios de Gobernación (Interior) y Salud.

Una nueva caravana de migrantes hondureños, que aglutina a más de mil personas dispersas continuó este martes su paso hacia la frontera con Guatemala, donde las autoridades de Honduras han reforzado la seguridad y han retenido a 60 menores que pretendían salir del país con la esperanza de llegar a Estados Unidos.

El primer grupo de hondureños, que suma más de 500, salió anoche en la caravana y llegó a Agua Caliente, fronterizo con Guatemala, donde las autoridades de Honduras han extremado las medidas de control migratorio para evitar su paso, como pudo constatar Efe.

Muchos de los migrantes, entre ellos niños, mujeres y adultos mayores, atraviesan el territorio hondureño a pie, autobús o subidos en camiones o vehículos particulares que los llevan, pese a los constantes retenes policiales y militares.

La Policía Nacional Civil de Guatemala añadió que este martes también fueron detenidos nueve cubanos y siete congoleses, que fueron enviados hacia el albergue de migración en la zona 5 capitalina para su posterior deportación a su país de origen.

Unos 9 mil centroamericanos, en su mayoría hondureños, llegaron a México a partir del 19 de octubre de 2018 en distintos grupos, de los cuales más de 7 mil arribaron a las ciudades de Mexicali y Tijuana, estado de Baja California, para pedir asilo en Estados Unidos.