01 Ago 2017 |  Angélica Melín Campos | http://www.noticiasmvs.com

En la renegociación del Tratado de Libre Comercio (TLC), México debe fortalecer sus lazos comerciales con naciones de Asia, como China, Japón y en especial con Corea del Sur, plantearon especialistas del Programa Universitario de Estudios Sobre Asia y África (PUEAA) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Durante la conferencia “TLC y nuevas oportunidades para México en Corea, China y Japón”, el embajador Eduardo Roldán subrayó que con o sin acuerdo comercial con Estados Unidos y Canadá, el país tiene que aprovechar el potencial de sus relaciones comerciales con naciones asiáticas.

En el encuentro de académicos realizado en el Centro de Ciencias de la Complejidad, en Ciudad Universitaria, el embajador Roldán Acosta; el profesor de la Universidad Autónoma Metropolitana, José Luis León; el académico de El Colegio de México, Juan José Ramírez, y la coordinadora del PUEAA, Alicia Girón, coincidieron en que si se busca mantener la posición en materia de exportación de manufacturas, es preciso afianzar los nexos productivos y financieros con los socios asiáticos.

En particular, Alicia Girón enfatizó que en el ámbito académico, se tiene claro que México cuenta con una agenda de temas a renegociar y revisar en el TLC con Canadá y Estados Unidos, pero no se ha hecho pública para evitar que se politice, en el arranque del último año de gobierno y el cambio de administración a finales del 2018.

No obstante, hicieron notar que si las autoridades mexicanas no informan con claridad sobre los puntos a modificar del TLC, el gobierno de Washington ya ha perfilado cuál será el tema central: el laboral, con el interés de reglamentar y ordenar la migración de trabajadores.

El embajador Roldán expuso que si el modelo por aplicar es similar al que se implementó hace aproximadamente una década en Canadá, donde el trabajador migratorio temporal recibía trato igual que sus pares canadienses, será exitoso. De lo contrario, habrá serias complicaciones.

Lo anterior, en función de que Estados Unidos requiere de la fuerza y mano de obra de al menos cinco millones de mexicanos, y para ello se están buscando mecanismos de regulación asociados con los asuntos de Seguridad Nacional en el país vecino.

Añadió que otro de los puntos centrales de la adecuación del TLC que México no quería publicitar pero la Unión Americana ha revelado, es el del combate a la corrupción.

En el asunto donde nuestro país no debe ceder “ni un ápice” es el Capítulo 19, relativo a las controversias internacionales, donde el gobierno norteamericano no ha podido ganar casos presentados, como el del atún aleta amarilla.

En cuanto a la cuestión salarial, que el gobierno mexicano tampoco ha querido tocar abiertamente, el diplomático recalcó que será necesario incluirla en la revisión del TLC, pero con las reservas y el cuidado necesarios.

Lo anterior, para atender la realidad que afecta a los mexicanos: son muy trabajadores, pero tienen si no el peor, uno de los peores salarios mínimos a nivel mundial.

Esto, sin permitir que una “mala negociación” con los socios de América del Norte afecte la creación de empleos en los sectores manufacturero, maquilador y de exportación.

Sobre las relaciones comerciales con Asia, recalcaron que los beneficiarios finales del TLC son las empresas de esas latitudes, en especial las coreanas y japonesas que compran insumos y los ensamblan o procesan a través de la mano de obra mexicana y “re-exportan” a Estados Unidos bajo el sello “Hecho en México”.

Es por ello que no se pueden descuidar los tratados y acuerdos económicos con esos socios, apuntaron.