Foto: SinEmbargo MX | Por:El Debate | 

A su paso por Veracruz, los migrantes procedentes de Honduras, Guatemala, El Salvador y otros países son víctimas de las bandas delictivas que operan en la entidad.

Secuestros, extorsiones, homicidios, fraudes, y hasta violaciones son algunos de los delitos de los que son presas, confirmó la misma Fiscalía General del Estado (FGE).

En las estadísticas emitidas por la dependencia informa que en lo que va de este año 2017 llevan registrados 8 casos de robos, 5 homicidios dolosos, 3 de agresiones culposas al igual que de fraudes y de abuso sexual 2.

Con respecto a los secuestros la fiscalía cita que solamente prevalece un caso con daño emocional, físico y psicológico; además los municipio con mayor incidencia están: Coatzacoalcos, Veracruz, Xalapa, Tres Valles, Tierra Blanca y Boca del Río.

Así como Jalcomulco, Ixtaczoquitlán, Nanchital, Orizaba y Teocelo.

En relación a la nacionalidad de migrantes, los más afectados han sido hondureños que han denunciado 11 hechos; 3 nigerianos, 4 salvadoreños y un venezolano, cuyas edades oscilan desde los 11 hasta los 60 años de edad. En cuanto al género, las mayores víctimas han sido varones, en 23 casos, y mujeres con 12 casos.

Los datos estadísticos relacionados con los incidentes delictivos contra migrantes habrían sido solicitados por una académica que argumentó, servirán a la Universidad de Texas, en Austin, para realizar una investigación sobre la “Iniciativa de Seguridad en México” y para hacer recomendaciones de políticas públicas para mejorar la seguridad en el país.

Apenas el sábado pasado autoridades mexicanas rescataron a 178 migrantes centroamericanos que fueron abandonados en un camión en el estado de Veracruz, cuando intentaban llegar a Estados Unidos.

Los migrantes fueron inicialmente asistidos por habitantes de la localidad de Tantima, ubicada al norte de Veracruz, luego de que los «polleros (traficantes) que los trasladaban a la frontera, los abandonaran en la caja seca de un tractocamión», dijo la policía estatal en un informe.

Tras percatarse de que fueron abandonados por los traficantes, los migrantes explicaron que «salieron de la caja seca porque tenían hambre, caminaron y llegaron al poblado en donde los habitantes les brindaron alimentación».

La policía local informó del caso a las autoridades migratorias, quienes acudieron al sitio para trasladar a los centroamericanos a una base migratoria para darles atención médica y comenzar el proceso de deportación.