PILAR BONET  | Moscú  | 4 OCT 2017| elpais.com

El presidente de Rusia, Vladímir Putin, abordó por primera vez en público el tema del referéndum en Cataluña y lo hizo para calificarlo de “asunto interno” del reino de España durante la entrega de cartas credenciales del embajador de España en Moscú, Ignacio Ibáñez, el martes en Moscú.

Literalmente Putin dijo: “Ahora todos comentan la situación en torno al referéndum de independencia de Cataluña. No escondo que estamos muy preocupados por España, pero esto, claro, es un asunto interno del reino de España. Esperamos que se consiga superar la crisis”.

Secuencias de la ceremonia, que tuvo lugar en la sala de Alejandro del Gran Palacio del Kremlin, fueron transmitidas por la televisión rusa. Ante el total de 20 embajadores que presentaban sus cartas credenciales, Putin hizo una a locución general sobre la escena internacional y también se detuvo en países y casos concretos. Las palabras del jefe del Estado, que se oyeron por televisión, coinciden con la versión oficial difundida en la página de web del Kremlin. Putin se refirió al “referéndum de independencia de Cataluña” sin darle ninguna valoración y vinculó su deseo de que la crisis se superara a un sujeto impersonal.

Al “referéndum de Cataluña” se refirieron también los presentadores y enviados del canal de televisión Rusia 24, que emitió un amplio y festivo reportaje de su enviado especial en Barcelona (rodeado y coreado por una multitud de manifestantes enarbolando las banderas esteladas) inmediatamente después de la información sobre la ceremonia de presentación de credenciales de los embajadores. Entre los diplomáticos que participaban en la ceremonia en el Kremlin estaban los nuevos jefes de misión de EE UU, la Unión Europea y varios otros países de la UE. Al acto asistía el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov.

Putin dijo que Rusia estaba insatisfecha con el estado de las relaciones con EE UU y que deseaba una relación “constructiva” con ese país. El líder ruso dijo a los nuevos jefes de misión que su labor en Moscú coincide con un “periodo bastante difícil, cuando la situación en el mundo es cada vez más agitada y aumenta la tensión”. Subrayó además que en estas condiciones la ONU es el garante de “estabilidad y posibilidad de prever” en los asuntos internacionales.