22 Ene 2018 – Rocío Méndez Robles

En el caso del endurecimiento de las acciones migratorias contra los indocumentados en los Estados Unidos, el presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), Luis Raúl González Pérez demandó «congruencia» a las autoridades correspondientes y a la sociedad.

«Lo que exigimos para nuestros migrantes en el norte del país, que México lo aplique en la frontera sur con Centroamérica», destacó González Pérez durante la presentación del libro Reintegración Migrante: Un modelo social, económico y empático para el retorno».

«No podemos tolerar que la dignidad sea negociable por ladrillos, es indigno. La dignidad no se negocia», enfatizó el titular de la CNDH.

Nuestros connacionales han enfrentado en el último año «la xenofobia y la discriminación bajó un discurso de odio que ha pasado a la agresión» y este libro puede ser «un asidero» para la construcción de la política pública ante los embates, consideró González Pérez.

No se ha registrado una deportación masiva pero eso no quiere decir que no se hayan incrementado las detenciones que «están saturando al sistema de justicia de los Estados Unidos», de ahí la importancia de revisar las políticas públicas para los repatriados o deportados, apuntó el titular de la CNDH.

Eunice Rendón, autora del libro alerta que si bien durante los años de gobierno de Barack Obama (enero 2009 a enero del 2017) fueron deportados 3 millones de mexicanos, el 80 por ciento de ellos eran personas a quienes se les impidió el ingreso en la frontera.

En el caso del año que lleva el régimen del magnate Donald Trump, en medio de un rudo trato y lenguaje, se ha duplicado el número de connacionales detenidos, sin importar sus derechos migratorios como aquellos que sumaban décadas de trabajo formal en territorio americano, empresarios o estudiantes; estos connacionales son regresados por 11 puntos fronterizos o a través de 3 vuelos semanales dónde «todos son amarrados con cadenas en el avión, sin importar si su delito fue no tener documentos o si mató a alguien allá», apuntó Rendón Cárdenas, autora del libro junto con Luis Wertman quién consideró que solo el sentido de indignación ante estos atropellos nos dará fortaleza para cambiar esta realidad.

Anfitriona del encuentro, Nashieli Ramírez, presidenta de la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México, urgió a la búsqueda de caminos dignos para el retorno y reincorporación de los migrantes a la vida laboral, educativa o familiar de que, quienes por ejemplo, al ser repatriados vía aérea a la Ciudad de México, «dos de cada 10 se quedan» en la capital del país, porqué este territorio es «amigable» con los de fuera.

Encargado del prólogo del libro, el padre Alejandro Solalinde resaltó que la solidaridad con los migrantes es un «acto de amor y un acto subversivo».