Alberto Nájar |  BBC News

El mensaje del presidente Donald Trump en su cuenta de Twitter fue una amenaza:

“¡Estados Unidos ha informado firmemente al presidente de Honduras que si la gran caravana de personas que se dirige a los Estados Unidos no se detiene y regresa a Honduras, no se dará mas dinero ni ayuda a Honduras, con efecto inmediato!”.

El mandatario se refiere a un grupo de hondureños que el sábado 12 de octubre salió desde San Pedro Sula con la intención de llegar a la frontera norte de México.

Sus integrantes quieren solicitar asilo en Estados Unidos. Según organizaciones civiles son unos 2.000 hombres, mujeres adultos, así como adolescentes y niños los que conforman la caravana.

Algunos medios locales señalan que son más de 1.000 los caminantes.

Los gobiernos de Guatemala y México advirtieron que no permitirán el paso por sus fronteras a quienes no cuenten con documentos migratorios.

Desde hace décadas Honduras recibe ayuda estadounidense para mitigar la pobreza y atender desastres naturales.

Por ejemplo, entre 2016 y 2017 la Agencia para el Desarrollo Internacional (USAID, por sus siglas en inglés), envió al gobierno hondureño unos US$175 millones.

Además, el pasado 3 de octubre USAID aportó US$48 millones adicionales para combatir la sequía en el llamado Corredor seco de Honduras.

Detención
Este lunes parte de la caravana de migrantes ingresó a territorio guatemalteco y se quedó en albergues de Esquipulas, ciudad fronteriza con Honduras.

La mañana de este martes emprendió la marcha hacia México, según datos del diario Prensa Libre y organizaciones civiles.

Pero después de iniciar el camino el vocero de la caravana, el activista Bartolo Fuentes, fue detenido por la Policía Nacional Civil de Guatemala según informan medios locales como Criterio, de Honduras.

No está claro el destino del ahora detenido, aunque según el medio podría ser enviado de nuevo a su país.

La organización civil Pueblo Sin Fronteras cuestionó la decisión de Guatemala y México de contener la caravana.

«Vemos con preocupación la respuesta de los gobiernos a esta crisis humanitaria que ellos mismos han sido responsables de crear. Es un ataque a las personas forzosamente desplazadas» señala en un comunicado.

“No se arriesguen”
Esta nueva caravana de migrantes empezó su marcha un día después que se realizó en Washington la segunda Conferencia para la Prosperidad y la Seguridad en Centroamérica.

El vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, quien encabezó el encuentro, pidió a los gobiernos de Centroamérica y México que refuercen su estrategia para contener la migración irregular.

“Necesitamos que todas las naciones del Triángulo del Norte refuercen este mensaje”, dijo Pence.

“No pongan a sus familias en riesgo haciendo el peligroso viaje al norte para tratar de entrar ilegalmente a Estados Unidos”.

A la Conferencia asistieron los presidentes de Honduras, Juan Orlando Hernández, y de Guatemala, Jimmy Morales.

Representando a El Salvador participó el vicepresidente Óscar Ortíz y a México el canciller Luis Videgaray y el secretario de Gobernación, Alfonso Navarrete.

La reunión se celebró el 11 de octubre.

Al día siguiente cientos de migrantes se reunieron en San Pedro Sula y el sábado emprendieron la marcha hacia el norte.

De acuerdo con medios locales, los migrantes huyen de la violencia en Honduras por el asedio de pandillas, así como de la crisis económica en el país.

A pesar del endurecimiento en la política migratoria estadounidense, muchos esperan conseguir refugio en Estados Unidos.

De hecho, a pesar del tuit que publicó Donald Trump, la caravana no se detuvo. El grupo es vigilado por la Policía Nacional Civil de Guatemala.

Frontera cerrada
Por lo pronto el gobierno de México desplegó a decenas de policías federales, militares y agentes de Migración en Tapachula, Chiapas, fronteriza con Guatemala.

Según medios como En el Camino y Chiapas Paralelo, la intención del operativo es disuadir a los migrantes.

El Instituto Nacional de Migración (INM) advirtió que no permitirá el ingreso a territorio mexicano de quienes no cuenten con una visa vigente.

“De arribar a los puntos de internación de la frontera sur de México, el personal de migración deberá revisar el cumplimiento de los requisitos que marca la ley, y a quienes no los cumplan, no se les permitirá el ingreso”, advierte el INM en un comunicado.

Un mensaje similar fue emitido por el gobierno de Guatemala.

Mientras, desde hace unos días en la frontera sur de México se espera a la caravana de madres de migrantes desaparecidos, que cada año cruza el país para buscar a sus familiares.

En 2018 el recorrido planea concluir en el VIII Foro Social Mundial de las Migraciones, que se realizará entre el 2 y el 4 de noviembre en Ciudad de México.