NADIA MENDOZA | EL SOL DE TLAXCALA |3-NOV-2018

  • Muchos aprovechan para pedir dinero para comer

Dentro del fenómeno de migración de centroamericanos que en las últimas semanas se intensificó por la salida de la caravana, Tlaxcala sigue recibiendo a la gente que aprovecha detenerse para descansar y luego seguir su viaje a Estados Unidos de Norteamérica.

En su mayoría hondureños, toman la ruta de la “bestia” para llegar al norte de México y cruzar al país vecino en busca de una mejor condición de vida.

Así, en Apizaco es donde se concentran para detenerse, pero también en Chiautempan, incluso en la capital, aprovechan descansar y pedir dinero para comer.

Martín N., de 20 años de edad, es originario de Honduras. Decidió abandonar a sus padres para encontrar un mejor trabajo para mantenerlos.

El viaje lo realiza con dos de sus amigos, unos años más grandes que él. Una pequeña mochila es lo único que llevan.

“Allá la situación económica está muy difícil, no hay empleo, hay mucha carencia”, comentó tímido a este Diario.

Dijo que su meta es llegar a Los Ángeles, California, pero optaron por hacer una parada en Tlaxcala para descansar un poco, pero también para pedir dinero para comer.

“Pues me da pena pedir dinero, pero tengo mucha hambre, por eso es que estamos pidiendo dinero a la gente para comprar agua y algo de comida”, apuntó cuando con sus dos amigos recorría Los Portales de Tlaxcala en donde mesa por mesa pasaban a pedir una moneda.

“Hay gente que sí nos regala una moneda y lo agradecemos porque la verdad tenemos mucha hambre, no sabemos cómo nos vaya más adelante, pero seguiremos”.

Otros compañeros que también vienen en los grupos se van a los semáforos, esquinas y cruceros para pedir monedas, pasamos la noche donde sea, como sea, con frío. Sí tengo miedo, pero quiero cambiar de vida. Martín N. / Migrante