| 11 DE JUNIO DEL 2020| FOTO: ARCHIVO

POR: SILVIA SIERAK

Ese día, pero en 1897, pasajeros polacos llegaron a Buenos Aires a bordo de la embarcación ‘Antonina’. No se sabe con certeza si fueron los primeros, aunque sí son los primeros legalmente registrados.

Después de eso, hubo varias oleadas migratorias, desde Polonia. Algunos vinieron escapando de las consecuencias de la guerra que devastaron a la nación tanto en lo económico, social y también problemas políticos.

En Argentina se integraron a la comunidad local y junto con sus familias, aportaron su trabajo y se desarrollaron.

Estos inmigrantes mantuvieron muchas de sus costumbres tradicionales y valores, traídos de la Polonia natal. Así, comidas, bebidas, canciones, danzas y formas de vestir se fueron transmitiendo de generación en generación y han llegado hasta nuestros días. Se reunían para mantener vivo lo polaco dentro de ellos y para que lo tuvieran también sus descendientes. En la actualidad tenemos polacos en Argentina de sexta y séptima generación.

En la actualidad, la comunidad polaca en Argentina está conformada por un gran grupo de individuos y familias a lo largo y ancho de todo el país. En Entre Ríos, muchos de los Polacos migrantes fueron llamados “gauchos judíos”. Cada una de estas personas es un aporte a la representación de Polonia en la nación, está es una de las causas por las que el estado polaco los distingue como “Polacos en el extranjero”.

La inmigración polaca se la puede clasificar en:

Migración Popular

a- Urbanas, originariamente se trataba de empleados y obreros. Buenos Aires, Córdoba, Rosario, Entre Ríos, Comodoro Rivadavia. Rurales, establecidas principalmente en Misiones y en Mendoza, en pequeños grupos.

Migración de élite

Esta inmigración es diferente a las anteriores, sólo la podríamos encuadrar dentro de la categoría de “urbana” porque en general eligió vivir en ciudades, pero no tiene muchos rasgos en común con los grupos anteriores. Estuvo compuesta mayormente por intelectuales que rechazaban los cambios que se llevaron a cabo en Polonia.

Se establecieron sobre todo en Buenos Aires donde se incorporaron activamente en la labor organizativa y cultural de la colectividad, creando varias organizaciones de profesionales y de ex combatientes según las diferentes tropas del ejército polaco que combatió junto a los Aliados.

Unos pocos inmigrantes sí estaban conformes con los cambios políticos que se producían en Polonia y regresaron.

PARA MÁS INFORMACIÓN: https://www.elheraldo.com.ar/lectores/5292_se-conmemoro-el-pasado-8-de-junio-desde-1995-el-dia-del-colono-polaco-por-ley-nacional-24601.html