| GUATEMALA | 06 DE OCTUBRE DE 2020 | POR ABRAHAM REZA Y JULIO NAVARRO | FOTO: ARCHIVO |
Elementos de la Policía Nacional Civil y el ejército de Guatemala resguardan los accesos a las casas de migrantes para evitar que los integrantes de la caravana de centroamericanos permanezca en el país y así obligarlos a aceptar el “retorno voluntario”.
En Tecún Umán, la casa del migrante «Encuentro de Culturas», está rodeada por al menos 50 integrantes de la policía y la milicia que llegaron en patrullas y hasta en una camioneta tipo Jeep militar J8, con el objetivo de dispersar a los grupos de migrantes y así evitar contagios masivos por covid-19.
El albergue no está cerrado, pero debido a la pandemia sólo puede aceptar a un mínimo de cinco personas, por lo que la mayoría de los hondureños y salvadoreños permanecen sentados en banquetas y calles aledañas, mientras son vigilados por los elementos de seguridad.
El Instituto Guatemalteco de Migración (IGM) informó a MILENIO que el objetivo del resguardo es persuadir a los migrantes de regresar a su país de origen en los camiones que han dispuesto para su retorno. A pesar de la pandemia, a las afueras de la casa «Encuentro de Culturas», no hay gel antibacterial, ni personal médico que tome signos vitales a los migrantes.
Los viajeros sí portan cubrebocas, pero lo traen de gargantilla y la sana distancia no existe entre ellos. Los autobuses dispuestos para su retorno, están vacíos, apenas unos 6 migrantes han aceptado volver, pero el camión no se puede mover hasta que no haya al menos 20 centroamericanos a bordo.
Informes señalan que a lo largo de la carretera del Pácifico ha ubicado filtros migratorios en donde algunos migrantes han sido asegurados y deportados de inmediato a su país. Otro grupo de migrantes viaja hacia la zona de Petén para intentar ingresar a territorio mexicano vía la zona fronteriza de El Ceibo, en Tabasco.