Caravana migrante: nueva situación, mismos obstáculos

Desde 2018 se han sucedido más de media docena de caravanas migrantes desde el Triángulo Norte Centroamericano (El Salvador, Honduras y Guatmala). La mayoría de estos caminantes recorren a pie cientos de kilómetros sin preparación y con su toda su vida (y sus esperanzas) guardadas en una mochila.

Según la Organización Internacional para las Migraciones, la mayoría de las personas que en los últimos años se han sumado a una de estas caravanas lo hacen mayoritariamente para mejorar sus condiciones de vida. La segunda de las causas que lleva a miles de personas a migrar es la situación de violencia e inseguridad con la que se convive en la región. Por último, muchas personas migrantes lo hacen para lograr la reunificación con el resto de la familia, que ya migró previamente a EE.UU.

Sin embargo, en los primeros días de 2021 se preveía que en la caravana que se estaba preparando pudieran salir hasta 15.000 personas pero la cifra fue menor equivaliendo a los 250 saliendo el 13 de enero y sumándose cada vez más. Se estima que entre 5.000 y 7.000 personas hondureñas decidieron iniciar de nuevo una huida hacia la esperanza. Son las personas que todo el mundo ha visto rompiendo el cerco de seguridad policial en la frontera de Chiquimula (Guatemala).

Diversos motivos han provocado la reactivación de las caravanas migrantes entre ellos la relajación de las medidas de restricción a la movilidad y la mejora de la situación en relación a la COVID-19 que ha hecho que los controles a la movilidad no sean tan estrictos como en los últimos meses.

El presidente Biden en campaña electoral prometió un enfoque más humano en cuanto a temas migratorios, pese a que probablemente no haya cambios inmediatos en las políticas migratorias que flexibilicen las condiciones para llegar a Norteamérica, muchas personas tienen esperanza en el cambio.

No significa que la situación vaya a cambiar de la noche a la mañana, pero entre las 17 primeras medidas adoptadas por el nuevo Presidente hay algunas que se refieren directamente al tema migratorio y a la protección de migrantes y solicitantes de asilo, entre otras.

Las nuevas medidas anunciadas no eluden un largo camino de encuentros y desencuentros: “es tiempo de abordar una reforma de la ley migratoria que obligará a pactar con países del sur, que también deberán hacer sus deberes en cuanto a control de la violencia”, señalan desde nuestro departamento de Advocacy.

Según Naciones Unidas, Honduras cuenta con 800.707 migrantes, lo que supone un 8,35% de la población. El 81,93% de las personas migrantes de Honduras acaban en EE.UU.

En esta ocasión la caravana migrante ha sido mayor que en ocasiones anteriores puesto que muchas personas tenían los papeles en orden y porque, debido a varios de los factores señalados anteriormente, la pobreza no ha hecho más que aumentar en el último año (actualmente se estima que el 61% de los hogares hondureños vive en condiciones de pobreza, es decir con menos de dos dólares al día). Así mismo, se trata de una caravana más organizada puesto que muchas personas salieron de lugares homogéneos como son los albergues.

Se ha observado un aumento del número de menores no acompañados, así como de madres solteras y personas LGTBI. Son grupos especialmente expuestos a sufrir violaciones de derechos humanos, por lo que se ha instado a la Dirección de la Niñez, la Adolescencia y la Familia a estar presente en los puntos de partida y en la frontera del Florido.

https://ayudaenaccion.org/ong/blog/derechos-humanos/caravana-migrante-2021/