CUBA. ANA GÓMEZ REYES. 23/07/21.

 

«El gobierno sigue reprimiendo, sigue encarcelando a personas que no se sabe dónde están. Esto, en cualquier caso, es desaparición forzosa porque no se informa a los familiares. Es detención arbitraria y tortura», denuncian desde el Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH) en una rueda de prensa este viernes con motivo de las históricas protestas que arrancaron el pasado 11 de julio contra el gobierno cubano, por la severa crisis económica que atraviesa la isla, y que ha dejado cientos de detenidos y un muerto. Una situación ante la cual la Unión Europea debería estar «a la altura de las circunstancias», afirman, así como «condenar la represión» y «no descartar la imposición de sanciones».

Mientras que el gobierno aún no ha dado datos oficiales de los arrestos, el director ejecutivo de la organización, Alejandro González Raga, cifra en 757 el número de detenidos durante la «cacería» de personas que tomaron las calles ante la difícil situación económica por la escasez de alimentos, medicinas y otros productos básicos, y ahora agravada por el aumento de casos de Covid. De ellos, 601 son hombres y 156 son mujeres y entre los arrestados hay 13 menores de edad aunque, señalan, se trata de datos que han sido recabados en medio de las dificultades presentadas por los apagones de internet y las diversas «campañas de intimidación», por lo que se desconoce el alcance real de los arrestos.

Además, desde el OCDH explican que los actos de desorden público ocurridos en las marchas han sido residuales y que las personas que han sido juzgadas en La Habana y Camagüey han sido condenadas a hasta 1 año de cárcel por ese delito. Los juicios se están celebrando sin garantías, aseguran, y en muchos casos sin derecho a defensa.

«Sabemos de personas que no tienen abogado o que tienen abogado pero que no conoce el caso hasta 20 minutos antes del juicio. Hay que sumar también que se inventan testigos porque no tienen pruebas», señala Yaxys Cires, director estratégico de la organización.

«Los detenidos son llevados a centros de detención que se han habilitado, se encuentran incluso en cárceles habilitadas para ello», añade González Raga.

Testimonios que ponen en cuestión las declaraciones del presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, quien la semana pasada afirmó que los arrestados serían juzgados «sin abusos», con todas las «garantías procesales» y en su «justa medida».

Piden que la UE, la Comisión Europea y, en concreto, Josep Borrell, tomen cartas en el asunto y muestren un «mayor compromiso» con el pueblo cubano. «Esperamos que estén a la altura de las circunstancias. Las declaraciones, hasta el momento, no lo han estado».

«La UE y Borrell deben ser claros en condenar la represión del régimen. No han de descartar la imposición de sanciones individuales para violadores de los Derechos Humanos. Aquellos que repriman a los cubanos y los torturen o los detengan arbitrariamente, deben estar sujetos a sanciones individuales de la UE».

Una medida que ya ha tomado EEUU. El Gobierno de Biden ha anunciado las primeras sanciones contra Cuba, dirigidas al ministro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), Álvaro López Miera, y a la unidad militar conocida como ‘boinas negras’, por su implicación en la represión de la marcha.

«Europa debería ver con buenos ojos las sanciones de EEUU». «No veo cuál sería la justificación para no imponerlas. Intentaremos que Europa tome medidas. Si no lo hace, lo denunciaremos», expresa González Raga.

Desde el observatorio recalcan que lo que se pide es una «transición pacífica» hacia la democracia y que no sea «traumática» para los cubanos. En este contexto, Elena Larrinaga, directora ejecutiva de la Red Femenina de Cuba, afirma: «No peleamos sólo contra el comportamiento del gobierno, sino contra todas las fuerzas externas que no quieren que esto caiga».

Preguntados sobre la elusión del Ejecutivo español de calificar si Cuba es una dictadura, responden que el presidente, Pedro Sánchez, debería ser contundente y escoger al pueblo cubano y a su juventud. «O escoges entre una élite desfasada y reaccionaria que reprime a un pueblo, o escoges entre la nueva generación de cubanos, que son el presente y el futuro».

 

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