INTERNACIONAL. DARÍO MENOR. 02/08/21.

Matteo Salvini lanza un ultimátum al Gobierno italiano, del que forma parte su partido, la Liga. Si «antes de finales de agosto» el Ejecutivo no impide que sigan desembarcando inmigrantes y refugiados en Italia tras cruzar el Mediterráneo Central, a la formación derechista la resultará «difícil» seguir apoyando la heterogénea coalición liderada por el primer ministro Mario Draghi.

Desde la localidad de Milano Marittima, el enclave turístico a orillas del Adriático donde hace dos veranos anunció el fin de la alianza gubernamental que mantenía entonces la Liga con el Movimiento 5 Estrellas, Salvini arremetió en la noche del domingo contra la ministra del Interior, Luciana Lamorgese, de la que pidió implícitamente su dimisión por «no ser capaz de resolver el problema de los desembarcos». También advirtió de que le había escrito a Draghi mostrándole su preocupación por esta cuestión.

Según los datos oficiales, desde principios de año hasta este lunes habían llegado a Italia tras cruzar el Canal de Sicilia 29.461 inmigrantes, más del doble que en el mismo período de 2020 (14.406), un año que estuvo marcado por el confinamiento y las restricciones motivadas por la pandemia de coronavirus. Ahora mismo hay alrededor de 800 desplazados y refugiados a la espera de arribar a un puerto seguro después de ser socorridos en aguas del Mediterráneo Central por las naves humanitarias ‘Sea Watch 3’ y ‘Ocean Viking’.

Se espera que la cifra siga aumentando durante las próximas semanas debido a que el buen tiempo favorece que zarpen las lanchas cargadas de inmigrantes desde las costas norte africanas. A Libia, país de partida habitual, se suma también Túnez, cuya reciente inestabilidad política empuja a parte de su población a plantearse cruzar el Canal de Sicilia. Es lo que hicieron los al menos 600 tunecinos que llegaron el pasado fin de semana a la isla italiana de Lampedusa, situada en el centro del Mediterráneo.

Según los medios locales citados por la agencia Agi, hasta 15.000 personas estarían preparadas en el pequeño país norteafricano para embarcarse hacia Italia y escapar así del caos político. Éste se generó después de que el presidente, Kais Said, disolviera la semana pasada el Parlamento y cesara al primer Ministro, Hichem Mechichi, lo que fue considerado un claro «golpe de Estado» por los principales partidos políticos. De los más de 29.000 inmigrantes llegados a Italia en lo que llevamos de año, más de 7.000 tienen nacionalidad tunecina. Son los más numerosos, seguidos de los provenientes de Bangladesh y de Egipto.

Pese a las declaraciones alarmistas de Salvini y el consistente aumento de las llegadas de inmigrantes en lo que llevamos de año respecto a 2020, Matteo Villa, analista del Istituto para los Estudios de Política Internacional (ISPI, en sus siglas en italiano), consideró que la situación no es «inaudita» y aventuró que se cerrará el año con alrededor de 50.000 personas desembarcadas en las costas italianas tras cruzar el Mediterráneo Central.

«Ya en 2011, durante el curso de las Primaveras Árabes y en particular de la Revolución tunecina, llegaron alrededor de 60.000 personas. Y entre 2014 y 2017 se registraron entre 110.000 y 180.000 desembarcos al año», recordó Villa en un artículo publicado por Ispi. «Pese a que la pandemia ha agravado las condiciones de los países de partida, estamos aún muy lejos del período de ‘altos desembarcos’ en Italia». El experto también desmontó con cifras la falsa teoría de que la presencia de las naves de las Ong contribuye a aumentar el número de embarcaciones que zarpan desde las costas norte africanas, pues casi 9 de cada 10 inmigrantes llegan a las costas italianas sin recibir ayuda de estos barcos humanitarios.

https://www.hoy.es/internacional/union-europea/ultimatum-salvini-draghi-20210802164813-ntrc.html