POR:ANA B. NIETO | 26 JUNIO 2017

El terremoto económico de la Gran Recesión (2007-2010) y el precio que se cobró en empleos duró menos y tuvo menos intensidad en  Nueva York que en el resto del país a pesar de que esta ciudad, clave para el mundo financiero, fuera uno de los epicentros de la crisis. Ahora bien, los cimientos de mundo laboral son menos firmes que antes de este periodo porque los empleos nuevos no vienen con los sueldos o las horas de los de antes.

Según un informe de la oficina de la contraloría de Scott Stringer, la recuperación del empleo llegó antes a la ciudad que al resto del país y  grupos como el de los latinos o las personas si diploma de High School sufren menos la desocupación que antes.

En el análisis de cómo la ciudad se recuperó de la mayor crisis tras la Gran Depresión de los años treinta hay cifras positivas. Una de ellas es que los efectos de esta recesión duraron menos en la ciudad en la que se perdió un 2.6% del empleo frente al retroceso del 5.5% en el resto del país. En tres años se recuperaron los trabajos perdidos cuando a EEUU le tomó seis años pasar esa barrera. Más aún, desde el mejor momento en 2008 hasta 2016 hay un 14% más de empleos  en la ciudad y a diferencia del resto del país ha subido la tasa de población activa, es decir, el número de personas que trabajan y que buscan activamente empleo.

Esta mejora recoge también la bonanza para los no residentes que trabajan en la ciudad y no solo los que viven en ella. Contando con solo estos últimos, salir del bache del desempleo ha sido menos rápido.

Mejora entre hispanos
Los hispanos están entre el grupo que mejor reducción del desempleo ha experimentado. Si en 2007 estaban sin trabajo el 7% de ellos, en 2009 la situación emporó hasta llegar al 11.2%. En el primer trimestre de este año un 4.9% está sin trabajo. Esta es la comunidad que más ha mejorado porque los negros están en un lugar muy similar a antes de la crisis (7.1%) y los blancos, aunque tienen un desempleo más bajo (3.2%) se mantienen en niveles peores a antes de la crisis (3%).

El problema es que la calidad del trabajo se ha rebajado y con ello los sueldos.

El derrumbe de varias instituciones financieras dejó sin puestos a 54,000 personas que trabajaban en un sector de alta remuneración (una media de $187,000 anuales), casi el 53% del total de los empleos perdidos. Con la mejora económica se recuperaron algunos de estos trabajos pero no todos, solo algo menos del 23% de ellos han sido en industrias de altos salarios, la mayoría de los nuevos empleos, casi el 56%, se han creado en sectores con bajos salarios, unos $42,000 al año y buena parte son a tiempo parcial. Eso es algo que cuadra con el hecho de que muchas personas sin diploma de High School tengaN mejores ratios de desempleo.

El de las manufacturas es un sector que sigue destruyendo puestos y el de servicios financieros crece a un ritmo muy bajo (apenas un 0.3% desde 2008) mientras que bares, restaurantes, educación y salud son los que más oportunidades abren, aunque con peores cheques.