Gloria Ibáñez |  El Sol de Yakima|  17 de agosto, 2017 | http://www.elsoldeyakima.com | Foto:Yakima |

Con la edición especial de Mango IPA, la cervecería Bale Breaker Brewing Company celebra la labor de campesinos migrantes. La bebida es parte de un proyecto entre empresas mexicanas y estadounidenses llamado Sesiones del Migrante

Antonio Valencia, originario de México, disfruta de una cerveza en Bale Breaker Brewing Company en Yakima. Por más de 20 años, Valencia ha cruzado la frontera desde su natal Michoacán para laborar en los campos de lúpulo en el Valle de Yakima. Pero hoy no está trabajando, está celebrando la edición especial de la cerveza Mango IPA, una bebida exclusiva para reconocer la aportación de los jornaleros migrantes que llegan cada año a trabajar en el lúpulo.
Esta cerveza artesanal, típica de esta región del país y con sabor a mango, nació como una idea de la alianza de varias cerveceras mexicanas y estadounidenses. Una unión llamada “Sesiones del Migrante”, que incluye una serie de cervezas únicas y la partipación de las firmas mexicanas: Cervecería de Colima; Cerveza Loba de Guadalajara, y de las cerveceras estadounidenses: Ronin Fermentation Project de California; South Norte, también de ese estado, y Bale Breaker.

“La idea surgió desde noviembre del año pasado. Cervecería de Colima tuvo la idea y me invitó a participar…me encantó el tema de una colaboración, pero no nada más que celebra a la cerveza sino que celebra a los migrantes y el trabajo que hacen…”, dijo Alejandro Magallanes, dueño de Cerveza Loba. Al proyecto se agregaron después las compañías estadounidenses.

En mayo de este año salió a la venta el primer producto de esta serie de bebidas. “Nomada” fue el nombre que le dio Cerveza Loba a su cerveza. “Vale Bale”, fue la de Cervecería Colima. En Yakima, Mango IPA, es la más reciente, y en febrero de 2018, la empresa South Norte presentará la cuarta y última bebida de la serie Sesiones del Migrante.

Parte de las ventas de las presentaciones del producto y de la producción de estas cervezas ha sido donada a organizaciones que apoyan a los migrantes, explicó Magallanes.

En Yakima, una porción de las ventas de las actividades del 12 de agosto, en donde se dio a conocer Mango IPA y del 7 de septiembre, en la cual se exhibirá el producto ya listo para su venta, serán donados a La Casa Hogar, confirmó la dueña de Bale Breaker, Meghan Quinn.

Quinn, explicó que todavía no definen el porcentaje de las ventas de Mango IPA que donarán a la causa migrante, sin embargo es algo que contemplan antes de la salida del producto al mercado.

“Nosotros tenemos mucha pasión por el tema de los migrantes”, comentó la empresaria. Su familia se ha dedicado a este negocio por cuatro generaciones y reconoce que esta industria depende del trabajo de los inmigrantes que llegan a las plantaciones de lúpulo del Valle de Yakima para levantar la cosecha. “Son parte de la familia…son una parte importante de nosostros”, dijo.

Los empleados agrícolas generalmente arriban a los campos del lúpulo en marzo y terminan sus labores en octubre. La producción de lúpulo en el Condado de Yakima equivale al 77 por ciento de la producción total del país y son cultivos que se han llevado a cabo por tres o cuatro generaciones, informa la asociación de Cerveceros del estado de Washington.

Además de que estos lúpulos están colocados en primer lugar a nivel nacional, entre 2015 y 2016 se posicionaron en primer lugar a nivel mundial, aún arriba de Alemania, según datos de Productores de Lúpulo de Estados Unidos.

La calidad del producto es uno de los factores que atrae compradores a nivel nacional a internacional. Magallanes, por ejemplo, compra en Yakima la mayor parte del lúpulo que usa para su cervecería. Una mínima porción la importa de Europa, comentó.

Para maestros cerveceros, como Daniel Cesare, quien vino a Yakima por parte de Cervecería de Colima, contar con la calidad del lúpulo de esta región para la elaboración de cervezas IPA (altamente lupuladas) es primordial.

Aunque los cerveceros locales son altamente reconocidos, uno de los aspectos destacables en su tarea diaria, dice Kevin Quinn, esposo de Meghan, es que “la cerveza no tiene fronteras, la cerveza reúne a las personas…lo bueno acerca de esta industria es que nos acerca a otras personas. No hay política, no hay raza, ni nada. La cerveza te permite disfrutar con otros”.