De acuerdo con datos de Inmigración, Refugiados y Ciudadanía de Canadá (IRCC), la mayoría de las peticiones en los meses de verano provenían de ciudadanos haitianos que vivían en Estados Unidos.
Al menos unos 12 mil reclamantes de esa nación caribeña entraron en Canadá por la zona fronteriza de Quebec, indica el informe.
La mayor parte de esa oleada migratoria proviene de Estados Unidos: a inicios de agosto, luego de las medidas antiinmigrantes decretadas por el presidente Donald Trump, la cantidad de solicitantes de asilo se disparó en la frontera.
En ese momento, el Gobierno de Washington sugirió a unos 58 mil haitianos regresar a sus hogares después de extender el programa de Estatus Protegido Temporal por sólo seis meses.
Según el ministro canadiense de Inmigración, Ahmed Hussen, hacia finales de año el número de solicitantes de asilo llegar a 40 mil.
En agosto, las autoridades locales habilitaron las instalaciones del Estadio Olímpico de Montreal para acoger a todas las personas que cruzaban la frontera desde Estados Unidos.
Ante esa situación, el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, aseguró que tenían los recursos y la capacidad para lidiar con el aumento repentino de migrantes.
Pero también instó a ‘respetar la frontera del país con Estados Unidos’, pues cualquier persona atrapada tratando de entrar ilegalmente será procesada por los canales pertinentes.
Durante los últimos meses, Canadá ha presentado serias dificultades para tramitar las crecientes solicitudes de asilo.