Durante décadas Dinamarca fue conocida como uno de los países del mundo que más apoyaban la causa de los refugiados. No en vano fue la primera nación en firmar en 1951 la Convención de la ONU que establece los mecanismos para protegerles.
Las antiguas políticas sobre temas como la inmigración o el asilo han cambiado mucho, lo que contradice la imagen de «paraíso liberal» que muchos tienen de este país.
El Parlamento danés aprobó una nueva legislación para reubicar a los solicitantes de asilo en otros países fuera de la Unión Europea, donde deberán esperar hasta que sus casos sean decididos pero que, además, permitiría la posibilidad de que terminen siendo acogidos no por Dinamarca sino por ese otro país.
La norma fue aprobada con una amplia mayoría de 70 votos a favor y solamente 24 en contra.
En declaraciones citadas por la agencia Reuters, el portavoz del gobierno danés, Rasmus Stoklund, dejo claro el objetivo de la nueva legislación.