| ESTADOS UNIDOS | 23 DE NOVIEMBRE DE 2020| FUENTE: CONEXION MIGRANTE | FOTO: ARCHIVO |
Muchos han repetido que Estados Unidos es una nación construida por inmigrantes. Y, entre éstos, los latinos son una de las minorías más grandes. Como tal, constituyen una fuerza laboral muy importante para industrias como la de los restaurantes.
Así lo expone Ximena de la Cruz Abrín en su ponencia “Latinoamericanos: las sombras que alumbran los restaurantes estadounidenses”.
Ximena es licenciada en gastronomía por parte de la Universidad del Claustro de Sor Juana, en la Ciudad de México. Como parte de su formación profesional, participó en un entrenamiento en dos restaurantes de Washington D.C. entre 2017 y 2018.
En ambos casos, ella se percató de la gran cantidad de latinos que se movían entre las cocinas y los puestos de trabajo de su lugar de entrenamiento.
Por eso, decidió realizar un análisis de datos con la ayuda de algunos de sus compañeros. En primer lugar, para conocer las circunstancias que los llevaron a trabajar ahí.
¿Cuántos latinos trabajan en restaurantes?
Durante los últimos años, el flujo migratorio de México y Centroamérica hacia USA se ha incrementado. En gran parte, esto se debe a la situación económica y a los niveles de violencia que atraviesan estas regiones.
Latinos: orgullosamente migrantes
Pese al cansancio de viajar desde Maryland o Virginia hacia Washington D.C., o de tener que hacer frente a la insultos o a malos tratos en sus otros trabajos, la comunidad de migrantes latinos con la que Ximena convivió no deja de demostrar su fortaleza.
Estos migrantes no se ven a sí mismos como víctimas que necesitan ayuda entre miles de sufrimientos. Al contrario: de acuerdo con Ximena, están muy orgullosos de los logros que van generando día con día.
“De pronto llegaban muy felices y me contaban que ya se habían comprado un terreno o que estaban construyendo una casa en sus países de origen”, dice.
Tampoco se sentían inferiores frente a otros migrantes visados o frente a sus compañeros estadounidenses. Sin embargo, saben que, ante los ojos de muchos, lo que están haciendo es un crimen. Pero realmente no es así.
Precisamente, Ximena rescata eso de la experiencia que tuvo en Washington D.C.:
“Por mucho que para algunos pueda parecer un crimen que estén de manera irregular, realmente es algo muy digno. Es lo que yo aprendí de esto”.
Estos migrantes trabajan, pagan impuestos, sostienen a los restaurantes y generan ganancias para USA. “La gente debería darse cuenta de eso”, dice Ximena.
Agrega que esa es una de las principales aportaciones de los migrantes en la industria restaurantera de USA: “crear conciencia e infundir la tolerancia entre los que no forman parte de la comunidad migrante”.